En todos los países, salvo en los más desarrollados, la gran
mayoría de las aguas residuales se vierte directamente en el medio
ambiente sin tratamiento adecuado
La mayoría de las actividades humanas que emplean agua producen aguas
residuales. A medida que aumenta la demanda total de agua, la cantidad
de aguas residuales producidas y la carga contaminante total de las
mismas aumentan continuamente en el mundo entero.
Aunque las aguas residuales son un componente crucial del ciclo de la
gestión del agua, el agua después de haber sido utilizada es vista con
demasiada frecuencia como una carga de la que desprenderse o una
molestia que debe ignorarse. Ahora los resultados de esta negligencia
son evidentes. Las consecuencias inmediatas, incluyendo el deterioro de
los ecosistemas acuáticos y las enfermedades transmitidas por el agua a
través del suministro de agua dulce contaminada, tienen implicaciones de
gran envergadura en el bienestar de las comunidades y en los medios de
sustento de las personas. El fracaso continuo a la hora de abordar las
aguas residuales como un problema importante desde el punto de vista
social y ambiental, comprometería otros esfuerzos dirigidos a alcanzar
los objetivos contenidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible.
Frente a la siempre creciente demanda, las aguas residuales están
cobrando importancia como fuente de agua alternativa fiable, cambiando
el paradigma de la gestión de aguas residuales de “tratamiento y
eliminación” a “reutilización, reciclado y recuperación del recurso”. En
este sentido, las aguas residuales ya no se consideran como un problema
que necesite solución, sino como parte de la solución a los retos a los
que se enfrentan las sociedades hoy en día.
Las aguas residuales también pueden ser una fuente rentable y
sostenible de energía, nutrientes y otros subproductos útiles. Los
beneficios potenciales de extraer dichos recursos de las aguas
residuales van mucho más allá de la salud humana y ambiental, con
consecuencias a nivel de la seguridad alimentaria y energética, así como
de mitigación del cambio climático. En el contexto de una economía
circular, en que el desarrollo económico se equilibra con la protección
de los recursos naturales y la sostenibilidad ambiental, las aguas
residuales representan un recurso abundante y valioso.
Fuente: https://gsagua.com/informe-mundial-sobre-el-desarrollo-de-los-recursos-hidricos-de-las-naciones-unidas-2017-aguas-residuales-el-recurso-no-explotado/
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